El asteroide que viene

enero 24th, 2013

Se llama 2012 DA14 y es un asteroide de 60 metros de diámetro que viaja a 10 kilómetros por segundo, y tarde o temprano impactará con nosotros si no lo desviamos antes. El próximo 15 de febrero pasará a 27.000 kilómetros de la Tierra, más cerca que los satélites artificiales de comunicaciones que orbitan a 36.000 kilómetros de altura. Los expertos aseguran que no hay ningún peligro de impacto, pero un objeto así siempre está supeditado a un cambio en su trayectoria debido a una tormenta solar, a la atracción otro cuerpo espacial, etc. Las leyes de Newton son muy frágiles e impredecibles en estos casos de cuerpos pequeños.

¿Qué puede ocurrir si impacta con nosotros? Tiene un 75% de probabilidades de caer en el mar. En el mar provocaría un tsunami enorme, que sería peligrosísimo si el impacto se produjera cerca de una costa. En cualquier caso sería catastrófico para las ciudades costeras. Si cayera en el suelo firme el impacto liberaría una energía entre 5 y 10 megatones, y provocaría un cráter de más de un kilómetro de diámetro.  En realidad todo objeto mayor de 10 metros ya representa un peligro para nuestro planeta, especialmente si el impacto se produce sobre una ciudad.

La última extinción, hace 65 millones de años, fue producida por un asteroide de 10 kilómetros de diámetro. El último gran impacto reprodujo en 1908, en Toungouska, donde abatió todos los árboles hasta 40 kilómetros de distancia del punto cero, lugar que se encontraba a 8 kilómetros de altura, ya que el objeto explotó en la atmosfera antes de colisionar con el suelo. Al parecer tenía 80 metros de diámetro su energía liberada fue 30  megatones que arrojó a la gente al suelo a 400 kilómetros de distancia. En el 2002 dos nuevos objetos impactaron en la atmósfera, uno junto al río Vitim en Siberia, tenía entre 50 y 100 metros de diámetro; el otro entre Libia, Grecia y Creta, tenía unos 10 metros de diámetro.

El tránsito del 2012 DA14 tan cercano a la Tierra podría alterar su órbita por la atracción de nuestro propio planeta, por lo que su siguiente paso deberá calcularse nuevamente para asegurarnos que no entre en ruta de colisión en el 2014.

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