Periodismo en Internet

marzo 26th, 2014

Tengo en mis manos el libro Periodismo en Internet, escrito por Gabriel Jaraba y publicado en Ma Non Troppo de Robinbook.

Me entregaron el libro de Gabriel Jaraba a la vez que me entregaban mi último libro Inmortal: la vida en un clic, y puedo asegurar que mi ilusión fue doble: soy sincero y me ilusionó mi libro número 68, pero también sentí gran ilusión por el libro de Gabriel a quién había recomendado al editor, no por ser especialmente mi amigo, sino por su gran capacidad como profesor de periodismo e investigador en la Universidad Autónoma de Barcelona.

No voy a realizar una reseña de su libro en este blog, pero igual que he realizado con otras obras, voy a recomendarlo sinceramente. Primero porque es una importante fuente de enseñanza para todo aquel que quiera escribir en la Red. Una fuente de información para utilizar por aquellos que quieran mantener un blog o para los que quieran lanzarse al ciberperiodísmo.

Gabriel no sólo se limita a transmitir una enseñanza, sino que además enriquece esta transmisión con los más elementales consejos. Me entusiasma cuando insiste encarecidamente que “el buen periodismo se sustenta sobre una práctica fundamental: leer, leer y leer”.

Me vuelve a entusiasmar cuando recuerda que los periodistas “no somos los protagonistas, sino los lectores, a quienes servimos”. Con ello está sugiriendo que los egos, los yoes, hay que dejarlos fuera de la redacción. Lo importante es que las primeras líneas de un reportaje, informe o artículo, atraigan como un imán a los lectores.

Gabriel recuerda que en esta profesión no hay que “enrollarse”, la calidad de la noticia es superior a la cantidad del texto. Sus consejos son profesionales, filosóficos y psicológicos a la vez. Desde la estructura de la noticia a las técnicas para conseguir que a uno lo lean.

Gabriel nos aconseja leer autores como Dahiell Hammet, en obras tan imprescindibles como Cosecha Roja obra de periodismo, poder y gansterismo. Recomendación acertada aunque algunos nos emocione más El halcón Maltes con el Sam Spade más irónico, satírico y sarcástico de las novelas de Hammet.

El libro de Gabriel es imprescindible para todo aquel que quiere iniciarse en el periodismo de la Red, ya que encontrará no sólo las reglas elementales sino también los lugares por donde debe navegar para buscar información. Un libro que anima al profano a empezar a comunicarse y a escribir en el soporte digital. Creo que es un aliento necesario porque, mientras más estemos enganchados en la Red más la enriqueceremos.

Para finalizar y para aquel que se inicie, permítame el lector aportar dos consejos que me dio Tierno Galván: “Siempre habrá alguien que no estará de acuerdo con lo que escribas”. El otro: “Si informas bien sin errores nadie se acuerda, pero si te equivocas nadie se olvida”.

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Inmortal: La vida en un clic

marzo 26th, 2014

Libro en un clic

Estamos a un paso de conseguir la inmortalidad, un descubrimiento que cambiará el mundo, un acontecimiento del que apenas sabemos nada pero que en silencio se está gestando. Cuenta una leyenda que el dios Hermes dejó que su hijo Hetálides escogiera un regalo. Hermes le regalaría cualquier cosa menos la inmortalidad. Hetálides le solicitó una memoria eterna, incluso después de la muerte. Hoy un grupo de magnates están a punto de alcanzar esa memoria eterna.

Este nuevo libro de Jorge Blaschke es una investigación periodística del descubrimiento más grande que puede realizar la ciencia. Nos explica cómo nace la idea de alcanzar la inmortalidad en una reunión en 2012 en la que estaban presentes Dimitry Itskov, magnate ruso de la información; Peter Diamandis, cofundador de la Universidad de la Singularidad y propietario de empresas espaciales; Richard Branson, propietario de Virgin y 360 empresas más; Sergey Brin y Larry Page, cofundadores y propietarios de Google; Raymond Kurzweil fundado de la Universidad de la Singularidad en el MIT; y Bill Gates, James Cameron, etc. Todos multimillonarios, todos vegetarianos, todos ateos y todos relativamente jóvenes. Son los que ponen en marcha el megaproyecto “Initiative 2045”, para alcanzar la inmortalidad antes del año 2045.

El autor explica cómo quieren transferir sus cerebros y consciencia a unos avatares que les permitirían abandonar sus cuerpos mortales y ser inmortales en nuevos cuerpos biotecnológicos.

En este libro, Jorge Blaschke, nos sumerge en el megaproyecto “Initiative 2045”, la última gran aventura de la humanidad llevada a cabo por este grupo de emprendedores informáticos que disponen de clínicas, empresas de tecnobiología, robótica e I.A., y todo el dinero que haga falta.

La revista Time de septiembre de 2013 dedicaba su portada a este megaproyecto con el sugerente título: Google apuesta por la inmortalidad.

En este libro de Jorge Blaschke el lector encontrará toda la historia de este megaproyecto y su situación actual. También conocerá el régimen alimenticio que llevan los cofundadores del megaproyecto “Initiative 2045” y como el de más edad, Ray Kurzweil, ingiere más de 120 comprimidos al día para poder alcanzar en buen estado de salud el 2045.

El lector descubrirá la carrera que se está produciendo en el mundo de la robótica e I.A., base de los futuros Avatares, y el por qué Google ha comprado las diez empresas más importantes de robótica del mundo.

Este libro no sólo reflexiona sobre el presente y los avances de “Initiative 2045” hoy; sino que también explora los acontecimientos que pueden acaecer cuando se descubra la inmortalidad, es decir: el día después. En el último capítulo titulado “Adentrándose en el corazón de las tinieblas”, el autor realiza un ensayo prospectivo del mundo en los próximos treinta años.

Un trabajo periodístico que sólo podía realizar un periodista de investigación con una formación en ciencias. Un relato real que apenas es conocido por el mundo. Un objetivo final que es, tal como se le explica al secretario general de las Naciones Unidas en una carta que se nos desvela, cambiar el mundo, transformar el sistema, hacer inmortales a una parte de la población, realizar el nuevo salto evolutivo o, como destaca Dmitry Itskov: “El periodo de evolución inconsciente ya casi ha terminado, llegamos a una nueva etapa de la evolución controlada”.

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Cerebro 2.0

octubre 21st, 2013

cerebro20

Tenemos 86.000 millones de neuronas en el cerebro y ninguna de ellas sabe quiénes somos y, además, no les importa lo más mínimo. Lo que somos, nuestra identidad, está codificada en todas las conexiones de las neuronas de nuestro cerebro, un todo que, como he mencionado, a las neuronas no les importa conocer. Es una de las crudas realidades de mi último libro, que acaba de salir, y del que hago un muy breve resumen.

En este libro abordo el cerebro, el misterio más grande que existe en el universo, pero lo he realizado de una manera comprensible para todos. A veces soy algo pragmático pero es la realidad de lo que hay. Así lo revelo cuando explicó que el amor es pura y dura química, un proceso donde los neurotransmisores son, como los genes egoístas de Dawkins, que solo están interesados en perpetuar la especie.

Hablo de los nootropicos (Smart Drug), esos nuevos fármacos poco conocidos que activan todas las neuronas de nuestro cerebro, que nos hacen más eficaces, que nos concentran y que activan nuestra inteligencia. Unos estimulantes que toman los cirujanos antes de las largas intervenciones, también las consumen los pilotos de Tom Gun y un 60% de los científicos para poder estar en la carrera competitiva de la creatividad.

Abordo la locura, ya que estamos rodeados de enfermos mentales peligrosos, podemos tenerlos sentados al lado nuestro en la barra del bar o en la mesa de al lado en el despacho, o hablándonos de política por la televisión: son los psicópatas de los que hay 60 millones en el mundo. Existen otros 60 millones de esquizofrénicos e incontables paranoicos, así como 350 millones de personas depresivas. En este contexto explico porque Hannibal  Lecter es mi psicópata preferido, no solo porque es un gourmet sino porque es superinteligente.

Los amantes de la parapsicología se decepcionaran, ya que encontrarán que desmonto muchas de sus creencia al revelar como, con simples ondas theta y delta se llega a una experiencia mística o religiosa,  unas peligrosas ondas que podrían ser utilizadas sin que fuéramos conscientes; y como los desdoblamientos pueden producirse con una simple descarga eléctrica en el “girus angular” del cerebro. Hago un recorrido por la investigación actual en este contexto, un recorrido riguroso y realista.

Finalmente abordo el futuro que viene, los grandes proyectos de interfaz cerebro-máquina y el proyecto Avatar que trasplantará un cerebro humano a un ser biónico o biotecnológico. La carta de Kurzweil e Itskov y Brian de Google al secretario General de las Naciones Unidas advirtiéndole que van a cambiar el mundo y que pronto dispondrán de avatares.

El lector encontrará un contenido ameno, con montones de anécdotas y experiencias que me han llevado a otras realidades. Un recorrido por el órgano más misterioso del Universo.

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La máquina del tiempo

septiembre 9th, 2013

¿Se sorprenderán si les digo que fue un español el primero que realizó un relato de ciencia-ficción con el tema central de la máquina del tiempo? Yo había leído ya a los 14 años a H.G. Wells y su máquina del tiempo, en realidad me había leído todos los relatos de Wells que coleccionaba, en libros de tapas de cuero, el padre de mi amigo Ricardo Mayor. Leída la biblioteca de mi casa me convertí en un husmeador de bibliotecas ajenas.

Sólo, recientemente, descubrí que un español, Enrique Gaspar (1842-1920) había escrito un relato, El anacronópete, en el que describía una máquina del tiempo que se denominaba anacronópete (ana del griego que significa atrás, crono que se refiere al tiempo, y pete que significa el que vuela). Hasta al poner denominaciones, los españoles, lo realizamos con nombres que parecen de coña, adjetivos salidos de Mortadelo y Filemón.

La máquina de Gaspar tiene un diseño diferente a la de Wells. Wells construye una especie de motocicleta con un ventilador gigante en el respaldo; la máquina de Gaspar es una gran caja de hierro con cuatro remos impulsados por electricidad.

Personalmente los diseños de máquinas del tiempo que añoró son aquellas burbujas de cristal y metal que albergan un sillón de felpa roja con tachuelas doradas. Llámenlo romanticismo.

Ambos relatos, el de Wells y Gaspar, son distintos. El de Gaspar es irónicamente sarcástico ya que en su máquina, además de nobles viajeros, se cuelan doce prostitutas que viajan en el tiempo. El número de doce, escogido por Gaspar, también es sospechoso. Con todos los respetos ¿Se imaginan a doce prostitutas viajando por el tiempo? Pueden aparecer en el nombramiento de un Papa, en la fundación de los mormones, etc.
Sólo a Gaspar, que además tiene nombre de rey Mago, se le podía ocurrir un “gat” semejante.

Seamos serios. La máquina del tiempo es un instrumento factible para unos e imposible para otros. El físico Kurt Gödel propuso en 1949 la idea de que para que funcionara una máquina del tiempo tenía que rotar todo el universo. El físico Kip Thorne propone la utilización de los agujeros de gusano espaciales.

Viajar en el tiempo es un tema que ha vertido ríos de tinta, hasta que Stephen Hawking lo desmitificó con su “conjetura de protección de la cronología”. Con esta conjetura todas las paradojas del tiempo – viajar al pasado y matar a la propia abuela antes del nacimiento de la madre, etc. -, se sumen en puras especulaciones en la mente de Hawking.

Su conjetura propone que las leyes de la física impiden la creación de una máquina del tiempo, sobre todo en la escala macroscópica. Para Hawking el viaje del tiempo está prohibido por alguna ley fundamental de la naturaleza, posiblemente relacionada con aspectos mecanocuánticos de la gravedad. Sólo cabría la posibilidad de los multiversos… pero esto es largo de explicar y ya entraremos en ello en otra ocasión.

Cualquier viajero del tiempo perturbaría la historia, tanto si viaja al pasado como al presente. Un ínfimo cambio en el pasado le haría regresar a un presente distinto. El viaje al futuro aportaría una información que modificaría el presente y por tanto el futuro. Hawking comenta irónicamente que, si el viaje en el tiempo fuera posible, tendríamos el presente lleno de turistas del futuro.

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