El cambio que viene

marzo 2nd, 2016

Creen ingenuamente los políticos que con sus leyes y edictos están modernizando y regulando el mundo que nos rodea. No se han enterado que ellos no cambian nada, que son los descubrimientos y los avances científicos que, aplicados, transforman la sociedad.  El mundo y los sistemas que lo gobiernan está cambiando irremediablemente por los avances tecnológicos y la rápida integración de los jóvenes a ellos.  Esos cambios transforman las costumbres y la sociedad cada vez con más rapidez. Hace solo 26 años que apareció Internet y ya se ha extendido por todo el mundo. Hace solo 16 años que apareció la telefonía móvil. Son las olas de las nuevas generaciones las que con su integración a la tecnología cambian el mundo.

Esas nuevas olas auguran nuevos sistemas sociales de vivir junto a otras voces, más veteranas, que ven próximo el final del capitalismo, el neoliberalismo y los partidos políticos actuales.  Sabemos por experiencia que el capitalismo y el neoliberalismo actual no funcionan, son insolidarios y propicios a la corrupción, no valoran suficiente la cultura y la ciencia. Solo quieren de esta última progresos que les beneficien. Como destaco en mi libro «El futuro ya está aquí» no podemos aceptar la cruel realidad que, mientras millones de personas mueren por hambre en el planeta, veamos con asombro que ochenta familias en este sistema social tienen la mitad del patrimonio de todo el mundo.

El nuevo modelo que se avecina será más solidario, más cooperativo, más colaborativo. Priorizará el desarrollo de las energía verdes, más limpias y menos peligrosas. Facilitará su acceso con kits de «Fabríquese usted mismo la energía que precise» (solar, química, eloica, etc.). La robotización creará cada vez productos más baratos, pero también llevará al declive la industria tradicional y el empleo. Este último factor deberemos solucionarlo con impuestos sobre las máquinas y robots. Tenderemos a modelos laborales colaborativos y dejaremos de consumir artículos innecesarios.

No podemos regresar a los viejos modelos políticos, debemos buscar nuevos modelos en los movimientos Transhumanistas, Noocracias y Meritocracias. Los partidos tradicionales, las izquierdas y derechas, son modelos obsoletos y corruptos.

Todos estos cambios irremediables nos llevarán  a momentos críticos ya que se enfrentará dos mundo diferentes: uno abocado al nuevo futuro y otro instalado en las viejas tradiciones; uno tecnológico y otro resistente a los cambios; uno cooperativista y colaborador y otro con los sistemas decadentes actuales.

Precisaremos una nueva forma de pensar y actuar, un pensamiento singular alejado del pensamiento lineal y ortodoxo. También una actitud laicista.

Debemos deshacernos de los sistemas políticos actuales, debemos trascender a los partidos radicales. No hay que reformar, sino construir de nuevo, crear. Nada de pegotes, nuestra sociedad no aguanta ya más parches. Tenemos que empezar a cambiar nosotros, sino cambiamos difícilmente podremos ayudar a cambiar a los más débiles. Debemos realizar una quita generalizada de la deuda pública; controlar las obligaciones fiscales de las grandes fortunas y corporaciones; crear una renta básica universal para todos los ciudadanos, algo que parece utópico pero que es posible. Debemos ofrecer acceso libre a la educación, base de un pensamiento singular. Tenemos las herramientas, Internet y los satélites de bajo costo.  Todos los ciudadanos tienen que tener acceso a los adelantos médicos y a la educación.

La convivencia entre todos solo llegará si nuestros ciudadanos tienen un buena formación educativa sin manipulaciones políticas y religiosas. Si comprendemos quienes somos y que significa nuestra existencia, comprenderemos el universo.

 

 

 

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