Rajoy y el arte de cruzar el río sin mojarse

diciembre 7th, 2012

Rajoy es un ambiguo personaje al que nunca hemos visto reír, solamente le hemos visto esbozar un proyecto de sonrisa comprometida cuando se mueve por la sede de la UE de Bruselas, una sonrisa forzada que delata la falta de sinceridad. Me inspira cierta compasión, es el tipo de individuo del que no espero sorpresas o brillantes ideas en política. En realidad no espero nada.

En ninguna de sus ruedas de Prensa o intervenciones en el Congreso se “ha mojado”, no aclarado nada concreto y tras pomposas palabras se descubre que no ha dicho nada nuevo, que no ha aclarado nada, ni ha revelado ninguna intención de lo que piensa hacer; ni siquiera los buenos profesionales de los medios de información han conseguido obtener respuestas concretas en sus entrevistas por muy insistentes que fuesen. Se le puede plantear hasta tres veces la misma pregunta sin obtener resultados, y encontrarse que Rajoy finaliza argumentando que ya ha contestado a esa cuestión. Es el arte y la gran habilidad de Rajoy, no comprometerse en nada. Para eso tiene a sus voceros, algunos como Wert que inicia sus intervenciones con una amplia sonrisa, de oreja a oreja, que delata la gracia que le hace jorobar a los demás, inflamar a los catalanes y regodearse con sus decretos involutivos plagiados de las antiguas páginas del BOE del franquismo.

Rajoy es el exponente de la imprecisión, la ambigüedad y la indeterminación. En la sede de Bruselas, cuando otros políticos de la UE se cruzan con él en los pasillos o salas de reuniones, no saben si viene o se va, si entra en la sala o sale, si se va a parar a saludarles o va a pasar de largo, si va expresar algo o a callarse, si lleva en el portafolios apuntes o puros habanos.

Nuestra representación en Bruselas a lo largo de las últimas legislaturas ha sido de “coña”. Primero con Aznar a quién los políticos europeos se referían con el mote de “Doctor No”. Después Zapatero con su imborrable y eterna sonrisa, conocido como “Mr. Bean”. Ahora este zombi de Rajoy para quién muchos creen que es “la voz de su amo”, siendo, por supuesto ese amo: Aznar y sus súbditos de las FAES, incluidos los obispos.

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