Perseverance

enero 31st, 2021

Cráter Jezero, un lugar en Marte

 

Hace aproximadamente un 3.600 millones de años, el sistema solar aún se consolidaba y estabilizaba las órbitas de sus cuerpos, entre impactos de asteroides y otros cuerpos. Entre esos impactos un asteroide chocó violentamente en el hemisferio Oriental de Marte, creando un cráter de entre 45, 47 o 49 kilómetros de diámetro. (Para darnos una idea comparativa, el cráter Barringer o “Meteor cráter” de Estados Unidos, tiene un diámetro de 1.186 metros y sólo 50.000 años de existencia).

Durante muchos años los geólogos, vulcanólogos, ingenieros, analistas de imágenes y astrónomos planetarios, estuvieron decidiendo, entre 28 lugares, el objetivo para depositar el rover Perseverance. Finalmente el cráter Jezero (18,38º – 77, 58ª) fue el afortunado.

El cráter Jezero, ubicado en la zona marciana de Nili Fossae, estuvo cubierto por agua hace  miles de millones de años, hasta que el agua escapó del circo por dos desembocaduras, oeste y norte, creando valles salida e incluso un delta claramente visible hoy. Jezero tiene en la actualidad un lecho de sedimentos lacustres arcillosos, lugar ideal para la existencia de  restos bioquímicos microbianos.

El 18 de febrero próximo, tras la entrada en Marte en esos “siete minutos de terror”, el rover Perseverance será depositado en la superficie del planeta rojo, y a la vez un mini-helicóptero, bautizado con el nombre de Ingenuity, realizará los primeros vuelos por el cráter Jezero.

El coste de esta misión es más o menos igual que otras misiones parecidas, unos 2.100 millones $. Es de gran importancia, para la NASA y también para ULA (cohete Alliance V), que esta misión no fracase, ya que con la llegada de Biden a la presidencia de EE.UU, todos son conscientes de su poco interés por la conquista del espacio y que sus intenciones son reducir los gastos de la Agencia. Recordemos que la reciente dimisión del director de la NASA se produjo por las diferencias entre él y Biden.

 

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Este planeta no es nuestro es de los virus

mayo 4th, 2020

Este planeta no es nuestro es de los virus

 

 

Vivimos en un astro que por la belleza que ofrece desde el espacio lo hemos llamado  “El planeta azul”. Es nuestra casa, nuestro habitat y nos consideramos dueños y propietarios de la Tierra, así como el ser más inteligente y poderoso de su entorno.

Pero en realidad, no somos el centro de la creación, somos los invasores de un mundo que pertenece a los microbios, bacterias y virus. Estos pequeños organismos, que para algunos científicos son seres vivos (una forma de vida biológica acelular), aparecieron en la Tierra hace millones de años, teniendo un papel importante en la evolución temprana. Evolucionaron junto a las primeras células que aparecieron en nuestro planeta y ahora están en todos los ecosistemas de la Tierra, son la entidad biológica más abundante. Se han apoderado de las plantas donde se alimentan de su savia, se instalan en insectos (aracnidos y mosquitos), populan por la atmófera flotando en el aire, invaden animales mamiferos y, desde ellos, saltan a los seres humanos, su misión es infectar células y formar nuevos virus.

Los cientificos han catalogado más de cinco mil virus diferentes, y se calcula que existen millones.

Para darnos una idea, si apilamos cien mil virus uno sobre otro alcanzaremos el grosor de un cabello. Sepamos que cada centimetro cuadrado de la piel de nuestro cuerpo alberga 10.000 bacterias, y que una gota de saliva de un milimetro alberga 50.000 millones de bacterias. Somos un excelente portador y transmisor.

Los virus no han desaparecido con los grandes cataclismo que han asolado nuestro planeta. Han ocupado el nicho biológico de los anteriores virus, han mutado para adaptarse y se han preparado para penetrar en seres más complejos, en defintiva, han estado rearmándose para avanzar cuando las condiciones han sido más favorables.

Nuestra especie, objetivo de muchos de estos virus, les ofrece  las ventajas de las aglomeraciones urbanas, un lugar ideal para extenderse. Una ley de la naturaleza destaca que las concetraciones de animales – granjas de pollos o cerdos- multiplican el riesgo de enfermedades. Y esta ley afecta también a las concentraciones humanas en las urbes.

Antes un virus, para saltar de un continente a otro, precisaba semanas o meses de navegación. Hoy un portador de un virus  puede hallarse por la mañana en un recondito lugar de la selva de Brasil, y por la noche estar cenando en París.

Antes precisabas estar en un país asiático para probar determinados “manjares” gastronómicos como serpientes, algas, escorpiones, hormigas, peces exóticos… etc. Hoy dispones de todos estos especiemenes en los mercados europeos. En un muchos casos son portadores de enfermedades desconocidos. El mismo tráfico de animales para ser vendidos como mascotas, significa un gran peligro.

Hemos invadido el espacio de muchas especies salvajes, hemos depredado y hemos ingerido carnes de animales sin ninguna garantía y precaución.

Las granjas han multiplicado y concentrado los animales. Aves y porcinos se han revelado como portadores de muchas infecciones. Es a través de estos animales y vacunos, que hemos convertido en inoperantes nuestros antibioticos. Hemos transformado genéticamente muchos de estos animales convirtiéndolos en presas de microbios con los que antes se encontraban inmunizados.

Nuestros viajes turísticos a lugares donde hay animales salvajes se ha convertido en una moda peligrosa, ya que la presencia humana en estos lugares favorece el salto de agentes patógenos de animales a personas. La intrusión de carreteras, industrias, etc., en bosque y selvas, lleva a nuevos contactos con animales que buscan alimentación entre las nuevas construcciones y, lamentablemente, también traen nuevos microbios y virus, como son los casos del Sida, Hendra, Nipah, Marburg….

Los coronavirus se convierten en una familia muy peligrosa, ya que saltan a los humanos via una proteina (AE2c).Todos los virus tienen hoy condiciones favorables para su aparición.

Lo vergonzoso de nuestros políticos se remonta a 2015, año en el que los investigadores de la Universidad de Marsella solicitan a la Comisión Europe una dotación económica para identificar nueve familias de coronavirus. La dotación fue denegada y en 2016 aparece Zika en Brasil, en 1019 SARS-CoV-2 y en China el coronavirus COVID-19. Solo en plena pandemia la Comisión Europea estuvo dispuesta a otorgar recursos…pero ya era demasiado tarde.

La crisis actual, la pandemia del COVID-19, ha estado advertida desde hace años. Yo mismo, en mis artículos y libros, he advertido del peligro de un virus como este, de la misma manera que advierto sobre la necesidad de prepararse para otras crisis atmosféricas, geológicas y astronómicas.

Los políticos no se toman en serio las advertencias que les hacen los científicos. No leen sus artículos en miles de revistas. No subasanan los fallos que se denuncian en los sistemas de alerta. Ocultan los peligros para que no se les califique de pesimistas y se les fuerze a invertir dinero en sucesos que, posiblemente no acaeceran en sus mandatos. Sus alarmas siempre se producen  a destiempo, con retraso, porque siempre esperan ver si los acotecimientos arreglan las cosas por si mismas.

¿Por qué aparecen estas pandemias? Los virus que las componen han existido siempre, pero ahora les hemos ofrecido más facilidades para que lleguen a nosotros. El planeta Tierra no es de los humanos, es de los microbios.

Tras millones de contagiados, y cientos de miles de muertos, el COVID-19 será vencido. Conseguiremos un tratamiento y una vacuna, pero precisamos un cambio de estrategia, un rearme sanitario prioritario en los presupuestos de todos los países. Un proyecto común, algo que una a todos los países de la Tierra sin egoismos, competencias o secretismos. Necesitamos almacenes de materiales de protección, igual como los ejércitos almacenan sus municiones. Necesitamos equipos de observación por todo el mundo en unas maniobras constantes como las que pratican los ejércitos.

 

 

 

 

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¿A quién interesaba extender esta pandemia?

abril 24th, 2020

¿A quién interesaba extender esta pandemia?

Personalmente no creo que el COVID-19 se escapase de los Laboratorios de Wuhan, ni accidentalmente ni expresamente. Así lo cree la Asociación Americana de Seguridad Biológica (ABSA), periodicos como el Washington Post, los Laboratorios P4 Jean Mérieux de Lyon, los más grandes de Europa, El Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia, los Laboratorios de Galveston en Texas, el Premio Nobel de Medicina y una larga lista. Concretamente los Laboratorios de Galveston están vinculados a los Laboratorios Wuhan y nunca han reprochado a estos laboratorios inseguridad o saltarse los protocolos. Algo que si hizo el Embajador de EE.UU. en China asegurando que había inseguridad y que no se cumplian los protocolos, según le habían explicado sus agentes de inteligencia, que como siempre barren para casa y, sobre todo interesaba desacreditar a China que se inaguraba en el mundo de la biotecnología, con el Laboratorio P4 de Wuhan.

En el mundo hay una docena de Laboratorios con nivel de Bioseguridad P4, en Alemania, Argentina, Australia, Cánada, EE.UU., Francia, Italia, Japón, U.K., Sudáfrica, Suecia, Suiza, Taiwan, China y España en Valdemoro, este último un P3.

En un laboratorio de nivel P4 no se puede escapar nada. Este tipo de centros de investigación están construidos bajo una compleja estructura, que en el caso de los Laboratorios Wuhan fue compartida con ingenieros franceses expertos en este tipo de construcciones y miembros del Laboratorio Jean Mérieux de Lyon.

Estos Laboratorios se dividen en niveles de biosegurida del 1 al 4. El nivel 1 apenas presenta peligros y trabaja con bacterias no infecciosas. El nivel 2, trabaja con agentes patógenos, y en sus instalaciones tienen zonas restringuidas. Los de nivel 3 son por general laboratorios de clínicas de investigación, trabajan con agentes exóticos y sus empleados utilizan trajes de protección. El nivel 4 es toda una fortaleza, se trabaja con agentes biológicos de alto riesgo y el personal está formado por diferentes equipos todo ellos profesionales. Estos laboratorios tiene compuertas con cierres herméticos, para entra o salir es como si tuvieramos que ir de popa a proa en un submarino nuclear, viendo como se cierran las escotillas a nuestro paso. Pero es más, la presiónde del aire es negativa y los agentes no pueden escapar, todo está presurizado con dobles puertas y, a demás, nadie sale al exterior sin pasar por las duchas. Es lógico en un lugar en en que cada departamento estanco trabaja con agentes distintos: viruela, Ebola, fiebre hemorragial de Maburgo, coronavirus, etc. Al margen existen uno protocolos muy controlados para el personal.

El Laboratorio de Wuhan, con sus 3.000 metros cuadrados se ha convertido, al estar cerca del mercado de Wuhan, en sospechoso y chivo expiatorio. Todos los especialistas apuntan a que Covid-19 salto de animales vivos a seres humanos, concretamente de murciélagos, cuya venta es normal en algunas de las paradas del mercado de Wuhan.

Otra versión que me llegó, fue la posibilidad de que en los edificios adjuntos al Laboratorio de Wuhan, donde no existen las severas medidas de seguridad y dónde se investiga con animales, se escapase uno o varios murciélagos con el virus natural, y que terminasen cazados por los vendedores y expuestos a la venta.

Algún día sabremos la verdad, pero mientras tanto, hay que trabajar con posibilidades no fantasiosas, sin ver complots ni cosas raras. En ocasiones las interpretaciones más sencillas son las más  probables, en último recurso, siempre se puede preguntar: ¿A quién interesaba extender esta pandemia?

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Me resisto a que todo continue igual

abril 5th, 2020

Me resisto a…

Me resisto a aceptar que cuando esto acabe seremos menos en cantidad y los mismos en valores y creencias. Me resisto a creer que estas muertes no nos han hecho cambiar en nada, que volveremos a alternar de copeo esperando tranquilos la próxima pandemia, terremoto, erupción volcánica, tsunami o impacto de asteroide. Me resisto a creer que volveremos a dejar que nuestros políticos hagan recortes en Sanidad y Enseñanza. Me resisto a compartir ese maligno pensamiento de algunos de que nos hemos quitado muchos parias de encima y costosos viejos que teníamos enjaulados en “residencias”. Me resisto a creer que algunos empresarios piensan que se han sacado costosos empleados de encima. Me resisto a que no se empiece a valorar la idea de un salario universal y dejar por contrario que los Gobiernos nos endeuden a todos para tenernos comprometidos con el viejo sistema. Me resisto a sentarme a negociar una reconstrucción si no es un nuevo proyecto de sociedad, un nuevo paradigma….en vez del viejo sistema parcheado, obsoleto y acabado. Me resisto a creer que después de este cautiverio como animales infecciosos no salgamos a la calle a protestar de la misma manera que hemos aplaudido a nuestros cuidadores. Me resisto a creer que vaya haber una impunidad para los responsables de lo que ha sucedido. Me resisto a pensar que emprenderemos nuevos proyecto solo cuando nos traigan beneficios olvidando que los recursos de este planeta son de todos. Me resisto a creer en una globalización convertida en colonialismo. Me resisto a creer que no hagamos nada para entrar en un nuevo paradigma. Y finalmente me resisto a reconocer la labor de los políticos, cuándo han sido las enfermeras, enfermeros, médicos y otros, los que se han jugado la vida (y algunas de esta vidas perdidas), para ayudar a terceros.

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Anexo I de «El día después de la pandemia»

abril 1st, 2020

TeamFuture ANEXO-1

[La recepción de más material sobre “el Día después de la Pandemia”, nos empuja a añadir este anexo en el que aparecen conclusiones, algunas novedosas y otras ya comentadas]

 

Situación en EE.UU

Para nuestros comentaristas los casos de coronavirus aumentarán en EE.UU., debido a una gestión tardía y mala que, sin embargo, está beneficiando al presidente Donald Trump.

La causa de este apoyo presidencial son los valores acentuados que tienen los norteamericanos en su presidente que en casos de crisis, como la actual, se convierte en Comandante de todas las Fuerzas Armadas.

En la opinión general de  la población americana, subsiste la confianza de que Trump salvará al país.

 

Trump ha sabido convertir esta pandemia en una guerra contra un enemigo invisible, la población responde como si estuvieran en guerra. Trump también ha insistido en sus discursos que se trata de un virus “chino”. Sabe que muchos americanos consideran a China su principal enemigo. Otros ven una oportunidad para estrechar lazos cooperativos con Rusia.

 

Trump tiene ahora la ventaja de que no es momento que se critique y se ataque al presidente, porque hacerlo se ve como un intento de socavar la unidad nacional.

 

La población americana espera de su presidente que frene el virus, nadie le va a recordar el número de muertos que ocasionará, solo  se fijarán que ha frenado el virus.

 

Trump lo aprovechara esta crisis para mantener su guerra contra

la globalización culpable, según él, de este virus.

 

 

 

Resto del mundo

 

Sólo una vacuna generalizada podría detener la existencia del virus que persistirá tras el día después. El mundo no queda unido, sino más bien más receloso los unos de los otros, por lo que podrían estallar conflictos bélicos.

 

“Las pandemias anteriores son coetáneas de graves conflictos bélicos” (Josep Llacuna. Historiador)

 

Tras el Día después se producirá, en lo industrial, una clara tendencia a no depender tanto del factor humano, y se desarrollará, en todo lo posible, la robotización de lo esencial.

 

Los comentarista insisten en que se va a extender el teletrabajo, y que los horarios laborales van a desaparecer. Se baraja con fuerza la idea de la aparición de una Renta Universal y el funcionamiento de medicamentos a través de los genéricos.

 

La idea de zonas libres de virus y enfermedades contagiosas puede desarrollar el turismo de élite, en paraísos-guetos, con grandes controles sanitarios de entrada.

 

Algo que todos los consultados afirman es que la idea de ahorro caerá.

 

Los expertos insisten en la necesidad de prepararnos para nuevas epidemias que forzosamente llegarán. Los confinamientos son muy peligrosos, pese a que estamos hiperconectados, estamos encerrados, y eso es lo que quiere el sistema actual, no tenernos en las calles porque, esas protestas callejeras, pueden amenazar al poder establecido. Y no entramos en la posibilidad de que nos corten las conexiones (Internet) convirtiéndonos en prisioneros de celda.

 

 

Religiones, intelectuales y Psicología.

 

Las oraciones no sirven para contener el virus y, por primera vez, una mayoría de población ve que la ciencia es lo único que puede salvarnos.

 

La población no sale a los balcones a aplaudir a las religiones, sino a los profesionales de la sanidad y a la ciencia.

 

Los intelectuales apoyan la necesidad de debates para que nos reinventemos mejor. Para denunciar a quienes nos engañan y nos manipulan, para evidenciar a los que se mantienen en la oscuridad aprovechándose de la situación de una ignorancia mundial que ellos mismos han provocado.

 

Hay quién ven claramente un derrumbe en la sociedad actual. Los políticos en general, han mostrado que sus asesores son grupos sin ideas, sin programas, sin estrategias y sin una cabeza firme de dirección.

 

La crisis epidémica puede que nos lleve a una transición brutal y puede desencadenar en los próximos años catástrofes ecológicas importantes.

 

Los psicólogos insisten en que la reclusión prolongada tiene efectos neurológicos en el cerebro. Efectos que alteran la configuración del cerebro, en ocasiones de forma irreversible. Es una consecuencia que habrá que resolver con terapias o tratamientos, porque muchas personas saldrán de los encierros con traumas y bloqueos insospechados.