Pal Robotics

noviembre 19th, 2014

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Después de concertar la visita e identificarme explicando los motivos relacionados con mi próximo libro, llegamos el pasado viernes, Jordi y yo a Pal Robotics.

La recepcionista, siempre con una amable sonrisa en su rostro, nos invita voluntariamente a cumplimentar un cuestionario con nuestros datos y asegurar que no venimos con la intención de realizar ningún tipo de espionaje tecnológico, por tanto ni grabaríamos ni fotografiaríamos. Aquello me produce la sensación que va a ser un encuentro pleno de hermetismos. Pero la realidad es que se produce todo lo contrario.

Los ingenieros Josep, Hilario y Luca; el CTO de Pal Robotics. También conocemos a Francesco su CEO. Nos muestran, sin reservas, sus instalaciones, incluso el taller con la fresadora donde han “nacido” los diferentes modelos de robots cada vez más sofisticados. Con una gran amabilidad nos contestan abiertamente a todas nuestras preguntas económicas, tecnológicas y profesionales. Saben que la información que me están facilitando es para mi próximo libro que aborda el tema de la robótica.

Pal Robotics es una Compañía de Barcelona dedicada a la investigación y desarrollo de robots, la más importante de España. Sus instalaciones ocupan una gran planta que carece, en lo mínimo posible, de compartimentos y adustas separaciones con muros, muy al talante de las naves de trabajo de Google. El personal son jóvenes técnicos con camisetas y tejanos al puro estilo de Mark Zuckerberg, Serguéi Brin o Larry Page. Son técnicos que parecen salidos de Silicon Valley. Todos ellos poseen el don de la empatía y una didáctica accesible que solo se tecnifica si advierten que estas al nivel necesario para comprenderlos.

En una segunda fase pasamos al encuentro con los robots, desde los primeros prototipos hasta el moderno REEM-C, este último capaz de darte la mano vigilando con sus sensores de no apretar más de la cuenta, mientras te saluda en catalán, español, inglés o ruso, cuatro de los idiomas que domina a parte del c++ en el que está casi a la totalidad programado. REEM-C realiza un recorrido frente a nosotros y nos observa atentamente con sus cámaras incorporadas en los ojos, da la impresión que nos advierte: “Me he quedado con vuestras caras”. En realidad REEM-C es capaz de reconocer rostros y voces. REEM-C es una criatura de 165 centímetros de altura y 80 kilogramos de peso, dotada de motores, sonar, laser, micrófonos, cámaras y un complejo software. Para la jerga de los técnicos de Pal Robotics, es un “bípedo” y cuando actúa está “navegando”. Nos permiten retratarnos con el robot, y tras estar unos pocos minutos con él, uno se da cuenta que se está encariñando de esta estructura de la ingeniería emergente.

En mi próximo libro hablare de Pal Robotics y de REEM-C, también de otros robots extranjeros como Pepers, Valkiria, Atlas, pero especialmente de REEM-C que es catalán.

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Emprendedores e innovadores en el nuevo paradigma

noviembre 11th, 2013

Esta generación de jóvenes emprendedores y creadores de sueños es la generación del nuevo paradigma, están cambiando el mundo, con sus ideas más controvertidas y locas, pero de las que surgen las más brillantes tecnologías para vivir mejor y para disfrutar de una vida más sana.

Hace sesenta años ningún empresario habría apostado por ellos. ¿Cómo te podías fiar de un joven en pantalones vaqueros descosidos, camisas o camisetas con lemas y que nunca usaban corbata? Ahora estos jóvenes desconfían de aquellos que les reciben en lujosos despachos tras una majestuosa mesa con traje impecablemente planchado y corbata de seda. Sus consejeros son de su misma edad, algunos ya adultos pero con el espíritu de siempre.

Esta generación viste informalmente porque cree que lo importante no es el envoltorio, sino lo que bulle en el interior de sus cerebros. El viejo refrán de “tratarás al paje según su indumentaria” carece de sentido en jóvenes emprendedores que se desplazan con viejas mochilas y lucen en sus camisetas lemas como: “La cuestión no es solo hacer dinero”, “No es que tenga déficit de atención, es que no me interesa lo que me explicas”, “Vamos a cambiar el mundo creando cosas nuevas”, “La clave está en la tecnología y la cultura”, “El fin está cerca”, “Gana terreno la tecnología que desata nuevas experiencias”, “La importante de la innovación es el equipo que tengas y como la ejecutas”, ”No hay sueños irrealizables”, etc.

Su filosofía de la vida es innovadora y radicalmente opuesta a la de las viejas generaciones. Ya no se trata solo de producir dinero, sino de desarrollar ideas nuevas en un trabajo donde compartas un ambiente agradable; y sobre todo, que esas ideas sean en pro de la humanidad.

Existe en esta generación de jóvenes innovadores un ansia sin límites por cambiar un mundo que no comparten, en realizar cosas nuevas, en desterrar viejas costumbres, en investigar para innovar y vivir mejor. No nos engañemos, son jóvenes que pasarán a la historia y se comerán el mundo.

Sus innovaciones están transformando los viejos hábitos cotidianos. Viven pendientes de sus agendas hiperconectadas que les permiten estar en contacto con sus amigos y amigas, intercambiar noticias, estar al corriente de lo que sucede en su especialidad y en el mundo. Así que tuitean continuamente, intercambian mensajes por WhatsApp, comunican por Foursquare donde están o a donde van, comparten información del tráfico, acuerdan puntos de encuentro para que otros les lleven en sus vehículos, se recomiendan empresas, médicos, museos, ferias, lecturas y lugares que les gustan. Se realizan favores entre ellos desinteresadamente. Los que están mejor situados ayudan a las generaciones siguientes para mantener este mundo futuro que están creando. Es una filosofía completamente distinta a la de sus antepasados que eran huraños y esquivos de compartir sus conocimientos, poco amigos de ayudar a sus semejantes, faltos de  solidaridad y cuyo valor más importante era el dinero.

Es una nueva generación que no cree en la mayoría de los políticos que nos gobiernan o aspiran a gobernarnos. Apuestan por nuevas fórmulas de gobernar más participativas. Son los que apuestan por las noocracias, sistemas políticos en los que participan todos a través de Internet, en los que cualquier decisión del gobierno es sometida a referéndum como en Suiza. Un sistema que la Red permite que se produzcan referéndums cada semana y que el ciudadano interviene sugiriendo proyectos de ley. Esto evita compromisos ideológicos con partidos políticos.

No debemos confundirlos, hay una juventud que utiliza los medios tecnológicos actuales y no es emprendedora. Debemos  distinguir entre los que están en el sector de la informática y los que se limitan a usar las nuevas tecnologías. Los primeros son los creativos que están cambiando el mundo con sus ideas. Los segundos son los que se limitan a utilizar, sin comprenderla, la tecnología que han desarrollado los primeros. Los primeros son triunfadores que viven de lo que inventan, los segundos son consumidores, meros utilizadores de una tecnología que desconocen pero que utilizan.

Los nuevos emprendedores, aunque a muchos adultos les cueste comprenderlos, es una generación sana, creadora, audaz y solidaria. Usan las nuevas tecnologías que ellos han creado por comodidad, están cambiando el mundo y los hábitos de una sociedad que se estaba agotando. Personalmente, aunque he llegado a la tercera edad, quiero estar con ellos porque estoy más cómodo, porque comparto y acepto su forma de pensar, porque defiendo sus valores y el cambio de paradigma que están realizando. Prefiero estar en una mesa con esta juventud emprendedora hablando de sus proyectos e intentando comprender su jerga de lenguaje informático, que jugando al dominó o a las cartas con personas ancladas en el viejo paradigma, en estado de vegetación.

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Emprendedores y nuevo paradigma

octubre 22nd, 2012

El nuevo paradigma es de los jóvenes emprendedores. Son los que han entendido que el viejo sistema es sólo eso: un viejo sistema inoperante. Trabajan en diseño, informática, nuevas tecnologías, investigación, ocio, turismo, etc. Generalmente en servicios que requieren más esfuerzo mental que físico, para el esfuerzo físico ya  están las máquinas.

Los jóvenes emprendedores son, en gran parte, autónomos, y cuando no, trabajan en equipo o se asocian. Son intuitivos, abiertos a las nuevas ideas, proponen alternativas, contactan entre ellos y se están reciclando o formando continuamente porque saben que todo cambia con gran rapidez y la formación es clave. Ya no están anclados a un pasado que no les interesa. Son solidarios y se ayudan entre ellos.

Son todo lo contrario a nuestros políticos que siguen anclados en el pasado, repitiendo los mismos mensajes, los mismos principios y las mismas ideas como dogmas intocables. No se dan cuenta que su mensaje sólo llega a cuatro cortos de entendederas incapaces de cambiar su vida. Los políticos son una especie que no tienen alternativas ni les interesan oírlas, carecen de imaginación. Son una especie que se extinguirá como los dinosaurios lo hicieron a finales del Cretácico.

Los jóvenes emprendedores son capaces de iniciar sus empresas en una guardilla, un garaje o un sótano. No están sometidos a ningún horario, lista de tareas o disciplina, pero tienen gran responsabilidad laboral porque, principalmente, les gusta su trabajo y por eso lo hacen bien. No hay nada peor que trabajar en lo que a uno no le gusta. La calidad del trabajo está unida a nuestro interés por su desarrollo.

Los jóvenes emprendedores siempre  buscan alternativas, por eso uno de sus lemas es que no se puede esperar resultados distintos haciendo siempre cosas iguales.

Los jóvenes emprendedores alternan su trabajo con el ocio, con otras actividades, como la música, la pintura, la lectura y escritura, el deporte, encuentros profesionales, etc.

No son los gobernantes, sino los jóvenes emprendedores los que están cambiando el sistema, los que ya están en un nuevo paradigma que los arcaicos políticos ni se huelen. Un nuevo paradigma con mayor comunicación, donde la codicia y el poder son cosas de antaño, donde importa el consenso, el enriquecimiento interior, la integración y, especialmente, donde los valores son relativos y las jerarquías opresivas. No son las viejas ideologías políticas las que gobernarán el futuro, el “poder” estará en la inteligencia y la información.

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