Historia de la medicina: un recorrido aterrador

octubre 12th, 2019

 

Historia de la medicina: un recorrido aterrador.

 

 

“¿Qué plato es este, señor?

Este plato es de alacranes y víboras.

¡Gentil plato!”.

Tirso de Molina (El burlador

 

Ha sido un recorrido aterrador, como mínimo debemos de reconocer que nuestros antepasados han sido las cobayas en las que la medicina ha experimentado y ensayado técnicas para alcanzar el conocimiento que tiene hoy.

 

En la historia de la medicina han existido buenos médicos y auténticos carniceros. Hubo hombres como Galeno que aprendió el arte de la cirugía recomponiendo y remendando a los gladiadores, como aquellos médicos de M.A.S.H en la Guerra de Corea, que habían salido de Estados Unidos como inexpertos practicantes y regresaron convertidos en eminentes cirujanos. También, en aquellas épocas oscuras e ignaras, hubo quien se aprovechó del escaso conocimiento de sus pacientes para vulnerar todos los protocolos del código deontológico de la medicina.

 

Se ha operado en vivo, amputado sin ningún tipo de anestesia, a lo sumo un buen trago de coñac o whisky; se ha trepanado la cabeza para buscar las causas de las locuras humanas, o los diablos que no podían extraer los clérigos con sus exorcismos; se ha obligado a los pacientes a ingerir pócimas que perforaban las entrañas y cuyos componente emponzoñaban más que curaban; se han practicado sangrías a través de flebotomías o repelentes sanguijuelas, un procedimiento que no servía para nada pero que se realizó hasta bien entrado el siglo XIX.

 

Toda una historia del pasado en la que los seres humanos han servido de cobayas para que la medicina pudiera ensayar y experimentar con el fin de adquirir nuevos conocimientos del cuerpo humano. Desde los tiempos del Antiguo Testamento hasta casi el siglo XIX, fueron épocas oscuras y llenas de supersticiones dentro del mundo de la enfermedad y la curación. Épocas  de sufrimiento y temor, tiempos en los que la vida era corta y cualquier accidente significaba una mutilación y una incapacidad en el disfrute de esa vida. Las ciudades estaban llenas de tullidos, cojos, ciegos y mancos que mendigaban para poder tener un sustento que les era denegado por sus incapacidades fisiológicas.

 

Hubo un tiempo en que la medicina sólo se ocupaba de las enfermedades externas, aquellas que se reflejaban en la piel, o las heridas causadas por accidentes o combates. Las fracturas se curaban con entablillados y vendajes, las llagas se trataban con ungüentos y compresas, y a los tumores que se les aplicaba emplasto de higo.

 

Uno de los casos en los que la medicina y la Iglesia son protagonistas fue en la intervención del pendenciero vasco, Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús en 1534. Ignacio de Loyola, en una de sus habituales contiendas contra maridos ultrajados, se cayó del caballo y se rompió la pierna. Los médicos de la época le intervinieron recomponiendo la fractura. Cuando Ignacio se recuperó observó con horror que una pierna le había quedado más corta que la otra, tras una trifulca con los médicos les obligó a que se la fracturasen otra vez y arreglasen aquella cojera que no era digna de un caballero como él. El período post-operatorio de esta segunda intervención fue doloroso y turbador para Ignacio. Las infecciones fueron causa de terribles estados febriles en los que Ignacio vio y hablo con “Dios”. El que luego sería santo tuvo delirios, visiones que, junto a los libros religiosos que leía, lo convirtieron. Cuando tras meses de ofuscaciones se recuperó, se lanzó a la tarea de crear la Compañía de Jesús, olvidando su faceta de camorrista. He aquí como los malos cirujanos hicieron un santo.

 

Fueron tiempos en los que la Iglesia aprovechó la enfermedad para vender su fe y sus creencias entre los desesperados por el padecimiento y el posible próximo final de sus vidas. La fe se utilizaba como medio curativo y los remedios se materializan en la oración, el ayuno, los votos, las donaciones, los sacrificios, pero también los amuletos y otros medios de superstición, solo cuando todo parecía fracasar se recurría a los médicos.

 

Los medios naturales de curación eran el vino, el aceite, los bálsamos, los empastes de higo y la hiel de pez. Pero si la enfermedad estaba causada por una posesión diabólica, ningún medicamento se convertía en efectivo y no tocaba otro remedio que recurrir a las herramientas de la trepanación. Así que si a uno le dolía la cabeza, lo mejor era callarse y no decir nada al  médico.

 

Los egipcios, mil años antes de J.C., utilizaban la corteza del sauce  blanco para curar heridas, y Galeno con las hojas de sauce hacia una bebida calmante de los dolores, unos y otro estaban utilizando el acetilsalicílico que en el futuro sintetizado se llamaría “aspirina”. Un calmante que el Homo neandertal ya conocía y utilizo según los últimos descubrimientos paleoantropológicos.

 

Los hongos como el Penicillium tuvieron como resultado final la creación de los antibióticos. Los hongos ya eran conocidos en Grecia en el siglo II y con más antigüedad los utilizaban los nativos de Norteamérica, Rusia, Asía y China. Muchos seres primitivos debieron de fallecer por la ingestión de setas venenosas, vidas que se perdieron a cambio de la enseñanza de lo que H.G. Wells llamo el “alimento de los dioses”; y Robert Graves enteógenos, y finalmente, MacKenna, al explicar que el consumo de enteógenos en el hombre primitivo desarrollo sus dendritas, se atrevió a anunciar que “descendíamos de monos colocados”.

 

Destacar que sobre el mundo de las setas y hongos sólo se conoce el 17%. Existen terriblemente venenosas como la Amanita faloide; alucinógenas como la Amanita muscaria; el penicillium nonatum base del primer antibiótico, y la Ling-Zhi o Reishi de China de la que se destaca que mejora la arritmia, que es antiinflamatoria, desintoxicante y que un gramo diario refuerza el sistema inmunitario.

 

Antiguamente los ciudadanos temían a las epidemias, hoy seguimos temiéndolas, además de la bomba atómica, la guerra y el terrorismo bacteriológico. Mucha gente piensa, referente a la bomba atómica, “no se atreverán a usarla”. Si este razonamiento fuese verdadero, me pregunto: ¿Entonces por qué las fabrican y las almacenan? ¿Por qué todos los países quieren tenerla? ¿Creen ustedes que Israel o Pakistán o Corea del Norte si se vieran invadidos no la utilizarían? En el caso de Israel se rumorea que tiene sus bombas atómicas enterradas bajo tierra, y que si fuera invadido las haría detonar, sacrificando a su pueblo antes de convertirse en prisioneros.

 

La enfermedad ha estado presente a lo largo de toda la historia de la humanidad, del siglo IX al XVII ha atestado las ciudades de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos. Destacaba Susan Sontag en “La enfermedad y sus metáforas”, que: “La enfermedad es el lado nocturno de la vida, una ciudadanía más cara. A todos, al nacer, nos otorgan una doble ciudadanía, la del reino de los sanos y la del reino de los enfermos. Y aunque preferimos usar el pasaporte bueno, tarde o temprano cada uno de nosotros se ve obligado a identificarse, al menos por un tiempo, como ciudadano de aquel otro lugar”. La enfermedad tampoco sabe distinguir entre un inculto ciudadano y un genio, de ahí tenemos que fueron tuberculosos Spinoza, Chopin y Shelley; mancos Cervantes y Valle-Inclán; alcohólicos, Poe, Verlaine, Nietzche y Gogol; epilépticos, Dostoievsky; sordos, Goya y Beethoven; jorobados, Leopardi; tenían alucinaciones, Van der Goes, Ramón Llull, santa Teresa, san Pedro; ciegos como Homero, Miltón, Jorge Luis Borges, Sabato; tartamudos como Claudio; enanos como Toulouse-Lautrec; y víctimas de ELA como el fallecido Stephen Hawking.

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China en el espacio

septiembre 29th, 2019

 

China en el espacio

El 1 de octubre la República Popular de China cumple su 70 aniversario, y es muy posible que lo celebre con algún lanzamiento espectacular.

China es en la actualidad la segunda economía a nivel mundial. Su gobierno ha aceptado ciertas formas de propiedad para poder incorporarse al mercado mundial. El Gobierno de Pekín ha apostado por la innovación, convirtiendo el país en uno de los más innovadores del mundo, situándolo en la 14 posición entre los 129 países más innovadores.

Sus problemas políticos internos son más bien periféricos y se centran en Tibet, Xinjiang y Hong Kong.

Mundialmente da muestras de una apertura exterior, y se presenta como un país capaz de liderar la globalización en contra de proteccionismo de Estados Unidos. Militarmente se puede decir que hoy China ya supera a Rusia en gasto militar. Y especialmente está su carrera espacial que la convierte en una potencia de primer orden.

Muestra de ello son los abundantes centros de lanzamiento que ha creado, las estaciones de seguimiento y las ciudades espaciales y radiotelescopios. Sus principales centros de lanzamiento son Xichang en Sichuan, tal vez el más destacado junto Jiuquan, Taiyuan y Wenchang.

Su último gran triunfo espacial ha sido la misión “Chang´e 4” al lado oculto de la Luna. Aterrizando un módulo con el rover Yatu 2 que recorrió más de  284, 4 metros. El próximo objetivo es el lanzamiento de la “Chang´e 5” que tiene la misión de alunizar, recoger muestra y regresar a China.

China tiene interés en tomar posición en la Luna ante el caso eventual de que haya que reclamar derechos para explotar los recursos minerales del satélite, especialmente el helio-3, posible combustible alternativo.

La Agencia Espacial China piensa instalar una antena de fabricación holandesa en la cara oculta de la Luna. Se trata de un radiotelescopio para explorar el Cosmos sin interferencias terrestres.

Otros proyectos son el lanzamiento de satélites para Brasil. En 2020 tiene previsto la puesta en marcha del cohete Larga Marcha7 y 8. También en 2020 está previsto el lanzamiento de Tianhe-1, módulo central de la estación espacial china, dos módulos más, el Wentian y Menglian, serán los módulos siguientes previstos para 2021 que completarán una estación de 20 toneladas con tres astronautas que la habitarán permanentemente y que serán relevados cada tres o seis meses.

Para el 2025 está prevista una misión de exploración de asteroides, concretamente, se lanzará una sonda para volar cerca del asteroide Apofis, y realizar un posible aterrizaje.

En el 2017 quiere realizar su misión lunar habitable que concluiría, en el 2030, con la construcción de una base sobre la Luna controlada por robots y seres humanos.

Su gran cohete, en Larga Marcha 9 está previsto para el 2028, con un diámetro de 10 metros, capaz de lanzar cargas de 100 toneladas. Será con este cohete con el que China iniciará sus misiones a Marte en el 2030. En adelante La Agencia Espacial China prepara sondas espaciales para orbitar Júpiter  y su satélite Ganimedes en 2036, y algo más tarde Urano.

La industria científica espacial de China ya trabaja desde 2017 en el desarrollo de naves espaciales y satélites con propulsión nuclear, naves que no funcionarán antes del 2040. Y ya finalmente, de cara al 2040-2060 espera poder enviar regularmente takinautas a Marte colaborando con Rusia y Europa.

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El paradigma epigenético

marzo 25th, 2019

El paradigma epigenético

Con el descubrimiento del fuego por el hombre primitivo se producía el primer paradigma de la historia, se pasaba de temerlo a dominar una energía. Tal vez el paradigma más popular ha sido la revolución que heliocéntrica, y el último y más moderno paradigma el de la física cuántica.

Ahora estamos ante el nuevo paradigma epigenético que cambia nuestra visión sobre que sabíamos de la memoria y la posibilidad de modificarla para curar enfermedades o potenciarla, dos alternativas que nos ofrecen un avance médico y una posibilidad que puede crear graves consecuencias éticas.

Los descubrimientos siempre tienen un lado bueno y un lado malo. Una dualidad entre utilizarlos para el bien o para el mal, una dualidad que creo Zaratrustra hace miles de años.

Una “institución” para la que realizo análisis sobre los nuevos descubrimientos, siempre me solicita que explique posibilidades de aplicaciones de utilizar estos de forma incorrecta y peligrosa, para prever consecuencias. ¡No os podéis imaginar las utilizaciones tan torcidas que pueden ocurrirse!

Volvamos al nuevo descubrimiento. Todo empezó con unos caracoles a los que se les sometió a pequeñas descargas eléctricas en unos intervalos de tiempo determinados. Llego un momento que estos gasterópodos recordaban este pinchazo y se escondían en su concha espiral cuando solo se les pinchaba. Seguidamente se les extrajo las neuronas que contenían la memoria de estas descargas y, en unas jeringuillas se inyectaron en otros caracoles que no habían sufrido estas descargas… resultó que los nuevos caracoles conocían las consecuencias de las descargas por lo que el recuerdo había sido implantado.

Con este hecho vemos que los recuerdos de un ser vivo pueden ser transferido a otros por una simple inyección en el cerebro, lo que demuestra que los recuerdos poseen una materia bioquímica.

Desde 1940 se partía del principio de que la memoria estaba almacenada a través de la red de neuronas unidas por sus sinapsis. Ahora se ha descubierto que nuestros recuerdos poseen una verdadera materialización bioquímica. Estamos ante un nuevo paradigma de la neuro-epigenética.

Los avances en la epigenética representan un cambio en la sociedad, ya que van a permitirnos que a través de una inyección podamos conocer un idioma nuevo sin la necesidad de profesores. También con una inyección se podrá borrar de la memoria un trauma, o un suceso que nos perturba (como un asesinato cometido), o un recuerdo de una misión secreta a un militar, o potenciar nuestra memoria hasta grados de ciencia-ficción. Podremos resolver el Alzheimer… todo ello borrando unas pocas moléculas.

Ahora, ciertas moléculas inyectadas podrán mejor nuestras facultades cognitivas. Ya se han aplicado a ratones de laboratorio inyecciones de “tricostatina” antes de someter a estos roedores a una sesión de aprendizaje, y se ha comprobado que recuerdan mejor lo enseñado y durante más tiempo.

La “tricostatina” es una especie de inhibidor del olvido, ya que limita la acción de las enzimas borrando las marcas epigenéticas de la acetilación sobre la cromatina.

El experimento nos transporta a nuevos problemas éticos: ¿Quién tiene derecho a someterse a esta inyección? ¿Solo los económicamente dotados podrán pagar este tratamiento?

Las investigaciones epigenéticas son el pilar universal de la memoria. Se ha descubierto que cuando un recuerdo se forma en nuestro cerebro miles de enzimas (metiltransferasas) se activan en las neuronas donde modulan la cantidad de la metilación, pero si se bloquea la acción de estas enzimas en un ratón pierde su capacidad de memorización.

El nuevo paradigma ya está en marcha y antes de dos años estará entre la farmacopea para ricos. Mientras tanto yo seguiré tomando un coctel de los que elabora mi amigo Pallavicini: Martini seco con Vodka o Mahattan con Four Roses, ambos me ayudan a olvidar.

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Astronautas, sabotajes, ovnis, intentos de asesinato y sexo.

diciembre 22nd, 2018

Astronautas, sabotajes, UFOS, intentos de asesinato y sexo.

 

En un colectivo tan numeroso como es el de los astronautas, pese a estar sometidos a controles psicológicos y psiquiátricos, se han producido muchos incidentes. Solo mencionaré algunos de estos sucesos.

 

Todavía no se ha resuelto el misterio del micro-agujero del módulo Soyouz MS-09 acoplado a la ISS, un sabotaje que puso en peligro a la estación espacial. Al ser un orificio realizado desde dentro hacia fuera, los seis miembros que ocupaban la estación – tres americanos, dos rusos y un alemán -, se convirtieron en sospechosos.

La nave Soyouz MS-10 con los dos astronautas, el ruso Alexei Onchinin y el americano Nick Hague, que tenían que reemplazar a un par de astronautas, sufrió un sospechoso incidente tras el despegue y se vio obligada a realizar un peligroso aterrizaje y no poder acoplarse a la ISS. El astronauta Onchinin tenía, entre otras actividades en la ISS, la misión de investigar el micro-agujero de Soyouz MS-09. ¿Coincidencia?

En ocasiones no nos hemos enterado de lo que pasa ahí arriba hasta meses después. Como fue el caso del incendio en 1997 en la estación MIR. Un incidente con llamas que los astronautas rusos tardaron 15 minutos en extinguir. O el día que se atascaron los servicios sanitarios en la ISS y las deposiciones volaban por un par de módulos.

Narro la anécdota de la Vosjod-2 que es más bien cómica que dramática. Tras su regreso a la Tierra, por error, en vez de aterrizar en las llanuras del Kazajstán, la Vosjod 2 fue a caer en un bosque cubierto de nieve en medio de los Urales. Los dos astronautas rusos, Leonov y Baliayev, salieron de la cápsula he hicieron fuego para calentarse hasta que los viniesen a rescatar. Pero por la noche se vieron rodeados de una manada de lobos hambrientos y tuvieron que regresar a la fría nave. Por la mañana cuando llegó el equipo de rescate los encontró vivos, pero asustados ya que los lobos habían estado toda la noche arañando la cápsula para poder entrar.

Tampoco nos enteramos de las trifulcas entre astronautas cuando llevan mucho tiempo encerrados en un módulo o en una estación espacial. Un astronauta ruso destaca en sus memorias: “Todas las condiciones necesarias para cometer un crimen se junta al encerrar dos hombres en una cabina de cinco metros por seis y dejarlos vivir solos durante un mes”.

Ha habido muchas trifulcas que producen largos silencios entre los componentes de una misión. En ocasiones se llega a desagradables intercambios verbales, y en otros casos se ha alcanzado la violencia física. Así en una misión analógica de 240 días, hubo la agresión física de un astronauta ruso a otro canadiense. Más grave fue lo acaecido en la Soyuz-5, donde dos astronautas rusos se batieron a cuchilladas, afortunadamente sin consecuencias. También ha habido protestas, como la de los astronautas de la ISS, que estuvieron en una ocasión varias horas sin contestar a las llamadas de la Tierra.

Muchos  astronautas han experimentado sensaciones místicas y  espirituales. Algunos, como Edgar Mitchell (Apolo-14) cuando regreso a la Tierra,  creó una Fundación de estudios paranormales y espirituales. Otros han descrito los avistamientos de OVNIS que tuvieron, como fue el caso de Gordon Cooper (Misión Mercury), Deke Slaytin (Misión Mercury), James McDivitt (Misión Gémini) y Edwin Aldien (Misión Apolo-11). Otros han preferido no  comentar al respecto de este tema o les han obligado a guardar silencio.

Curioso fue el regreso de la ISS de la  astronauta francesa Claued Haignese, que en una rueda de Prensa, gritó: “¡La Tierra debe ser alertada!”. Seguidamente se desmayó y fue alejada de los medios informativos. Días después su laboratorio privado ardió y con él toda la documentación que tenía. Hoy ocupa un silencioso cargo en un museo de París.

Entre los astronautas también estuvo a punto de cometerse el primer crimen pasional de este colectivo. Todo sucedió cuando la astronauta del Discovery Lisa Nowak, se enteró que el astronauta Bill Oefelein, además de con ella, mantenía relaciones con la astronauta Calleen Shipman. Lisa intentó asesinar a Callen pero la policía la detuvo a tiempo.

¿Se ha mantenido sexo en las estaciones espaciales? Parece que, dada las dificultades fisiológicas, posturales y el hecho que Newton esté en contra con su ley de la gravedad, ha converdo este tema solo en especulaciones  y rumores. Se ha insinuado que los astronautas Mark C. Lee y Jan Davis practicaron sexo en la misión STS-47, pero este hecho fue desmentido por ellos.

Pienso que si estos incidentes ocurren entre profesionales entrenados, ¡qué sucederá cuando comencemos a  enviar turistas al espacio o colonizadores a la Luna y Marte! Por ahora cinco turistas que han pagado un escandaloso billete (unos 200 millones de dólares) y han viajado a la ISS, han permanecido una breve estancia y han regresado a la Tierra sin incidentes.

 

 

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¿Y si los extraterrestres tienen otra inteligencia diferente a la nuestra?

junio 30th, 2018

¿Y si los extraterrestre tienen otra inteligencia diferente a la nuestra?

[Esta reflexión se la dedico a Manel, capaz de sorprenderme con sus razonamientos en los breves encuentros del Slavia]

 

En 1995, Mayor y Queloz, descubrían el primer exoplaneta, 51 Pegasi b. Este hallazgo se convertía en un soplo de esperanza para todos los que creíamos que no estábamos solos en el Universo. 51 Pegasi b no era una excepción, hoy existen más de cinco mil exoplanetas descubiertos y oficialmente reconocidos.

Ante la cantidad de exoplanetas clasificados, se decidió buscar vida en aquellos que reuniesen algunas características que los hicieran semejantes al nuestro. Se descartó los no fueran rocosos, es decir los gaseosos, y también los que se encontraban muy cerca de su estrella o los que estaban muy lejos de ella. Los primeros por que el calor desprendido de su estrella impediría la vida, y los segundo porque terminarían siendo mundos helados como Plutón. Se creó una zona de habitabilidad.

Discrepo de este criterio de selección, porque la vida, como se ha demostrado en la fumarolas termales de las profundidades submarinas puede aguantar temperaturas muy altas y también muy bajas; porque la vida puede desarrollarse cercana a una estrella con potentes emisiones de radiación, y los seres cercanos ser inmunes (como las cucarachas o dotados de una epidermis bloqueante) a estas radiaciones. Las cucarachas son   indemnes a la radiación que a nosotros nos fulmina, las cucarachas sobreviven a todo menos al “cucal”: ¿Me pregunto qué veneno tendrá ese producto?

No vamos a tratar este tema, pues nos interesa entrar en otro contenido más inquietante. Los futuros telescopios en órbita como el James Webb o los terrestre de Chile, incorporan en su sistema de observación biomarcadores, es decir, que nos podrán decir si el planeta observado, rocoso y situado en la zona de habitabilidad, tiene, por ejemplo, clorofila, agua, nitrógeno, carbono, oxígeno y otros elementos que caracterizan la vida… evidentemente no una vida como la nuestra, algo que nunca será posible, porque no existen dos planetas iguales, con las mismas características, con el mismo tamaño, la misma inclinación de su eje, la misma distancia a su estrella, la misma evolución…

Y he aquí que de repente nos damos cuente que tenemos un problema más complejo que el que se enfrentaron los astronautas del Apolo XIII advirtiendo a su base de la NASA: “¡Houston! Tenemos un problema”.

Si existe vida en esos planeta que hemos descubierto, y en estos momentos me refiero a una vida inteligente; los seres de ese mundo ubicado en la zona de habitabilidad o no, serán, indiscutiblemente diferentes a nosotros, fisiológica y anatómicamente y, por tanto, su cerebro será diferente, y en consecuencia su inteligencia será diferente. Otro tipo de inteligencia, con otros razonamientos diferentes, con otros valores distintos, y no estoy hablado de diferencias producidas por sus memes, sino por tener un mapa del cerebro desigual al nuestro.

Y ahí, en este punto de nuestro gozo por haber descubierto vida, nos damos cuenta que la comunicación con esa vida puede ser casi imposible. De repente tenemos ante nosotros unos seres con una inteligencia diferente, ni mayor ni menor, diferente. Como la que nosotros podemos tener con un pulpo – el animal más inteligente con el complejo fisiológico más complejo -, que no es menos inteligente o más inteligente que nosotros….es diferente, con una inteligencia adaptada al entorno en que vive y constituida por ocho cerebros y un centro de coordinación.

 

Por supuesto que no esperábamos encontrarnos a unos seres que, como el extraterrestre humanoide (Klaatu) de “Ultimátum a la Tierra” (1951), un “clon” de nosotros que no parece haber venido de otro planeta. Si alguna vez se produce un encuentro será más bien a través de sonidos como “Encuentros en la tercera fase”.

En cualquier caso, vamos a tener un problema de comunicación, porque la inteligencia no es lo que hemos pensado que era hasta ahora, no es una forma de razonar y resolver problemas para todos los seres de Universo, es la forma que tienen los seres de la Tierra de razonar y resolver sus problemas. Igual como la vida ha buscado un camino creando los órganos que precisábamos para sobrevivir, la inteligencia se ha desarrollado adaptándose al medio y los problemas que tenía que superar.

La inteligencia no es algo único y exclusivo del ser humano, hay una inteligencia en otras especies e incluso en la vegetación, incluso en las partículas cuánticas.

Durante cientos de años nos creímos ser el centro de la creación. La Tierra era el centro del universo y alrededor de ella giraba el Sol, los planetas y las estrellas. Con el tiempo la ciencia, no sin sufrir dolorosas matanzas y persecuciones, logró demostrar que el Sol era una estrella más de las 200.000 o 300.000 millones de estrellas de nuestra galaxia; y nuestra galaxia una más de entre las 400.000 millones de galaxias que existen en nuestro universo. El encorbatado y elegante ser humano con su maletín, era apenas hace unos 10 millones de años un peludo mono que se desplazaba en pelotas cogido a una liana de un árbol a otro, llevando en su mano un plátano en vez de un maletín. Pese a estos incuestionables hechos el ser humano, basándose a donde ha llegado con su inteligencia, mantiene una postura antropocentrista. Sin considerar que su inteligencia es “una inteligencia más”, en este caso desarrollada para ayudarle a sobrevivir en este planeta.

Debemos desmontar nuestra idea antropocentrista y admitir que somos una “fórmula” más, que ha salido bien para sobrevivir en la Tierra. Debemos razonar ante el hecho que existen otras inteligencias, igual que hay mundos paralelos más cerca de lo que sospechamos, universos burbuja y otras realidades. No somos seres edénicos, ni perfectos mentalmente. Más bien somos seres “tocados”, hecho que se evidencia con las consultas de  psicólogos, psiquiatras, neurólogos, y farmacopea que prolifera en el planeta. Nos vemos perfectos, sin embargo, nuestro aspecto puede ser muy desagradable a un extraterrestre.

Para otros seres del universo seremos monstruos horripilantes, con una constitución corpórea de hidrógeno, oxígeno, carbono, nitrógeno, azufre, fósforo, calcio, potasio y cloro, y moviéndose por esa complexión química, proteínas, lípidos e hidroxiapatita. Nos valemos para pensar de una cabeza desproporcionada, en la que los órganos están duplicados, y en cuyo interior se esconde, una masa gelatinosa de un kilo y trescientos gramos. El resto del cuerpo con unos peligrosos brazos tentaculares acabados en rasgadoras uñas, y dos piernas que nos permiten desplazar una masa que está formado por tejidos adiposos que esconden vísceras y endurecidos fragmentos de calcio. Casi lo peor de nosotros es la piel, en la que cada centímetro cuadrado alberga 10.000 bacterias. Sí el olfato del ET, con el que intentamos comunicarnos, está desarrollado solo como el de un perro de la Tierra, apreciará las extrañar olores que desprendemos a causa del sudor y los neurotransmisores. Y para remate final nuestro cuerpo tiene unos repugnantes orificios por donde segregamos líquidos, innatos sonidos y restos de excrementos con microbios, una sola gota de saliva de un milímetro contiene 5.000 millones de bacterias de los dos kilos que se almacenan en nuestro cuerpo… ¡como para abrazarnos pensaran los extraterrestres!